Al levantarte por la mañana nuestro organismo necesita de la mayor cantidad de energía que le podamos proveer, y esta se encuentra en un desayuno balanceado.
El mito de que evitando el desayuno lograremos bajar de peso es uno de los más dañinos y contraproducentes, pues quedándonos con necesidades y hambre el resto del día estaremos comiendo alimentos innecesarios, aumentando notoriamente nuestro peso.
Además la falta de esta comida inicial nos generará dolores de cabeza durante las horas que siguen y un desgano general que nos puede acarrear varios problemas.
Para que los beneficios sean los máximos, debemos prestar atención a que se logre un equilibrio entre las proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales esenciales. Por lo general son los mismos que se aplican a las demás comidas, solo que en el desayuno los ingredientes suelen ser distintos.
Las fuentes de carbohidratos generalmente son los cereales, pan o papas. Las proteínas las otorga la leche, huevos, queso y jamón. Las vitaminas y los minerales llegan con las frutas y los jugos de frutas naturales.
Cualquier buen desayuno nos entrega energía y resistencia física, la posibilidad de controlar mejor nuestro peso, el mejor nivel de rendimiento, menor cantidad de estrés, un corazón saludable, etc.
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